Vuelve el brillo dorado del atardecer, gracias a esta tendencia de belleza del año 2000.
Últimamente hemos estado inmersos en una era de tonos fríos, con sombras plateadas, iluminadores fríos y maquillaje minimalista dominando los moodboards. Pero al igual que la moda vuelve, también lo hace la belleza, y ahora el brillo bronce de principios de los 2000 está resurgiendo, cálido y radiante como siempre.
La hora dorada, esa suave luz dorada justo antes del atardecer, ha sido durante mucho tiempo el filtro favorito del mundo de la belleza. Favorece a todos los tonos de piel, añade calidez y crea ese resplandor iluminado desde dentro. A principios de la década de 2000 se adoptó esta idea con un maquillaje bronceado y bañado por el sol que esculpía el rostro y le daba un brillo de diosa.
Desde los pómulos color caramelo de J.Lo hasta la piel luminosa de Beyoncé, este look definió la época y ahora está oficialmente de vuelta.
Para recrearlo, empieza con una base húmeda y crea calidez usando un bronceador en crema o en polvo en las mejillas, las sienes y los párpados. Difumina una sombra de ojos dorada o cobriza en los párpados, añade un toque de iluminador en los puntos altos de la cara y termina con un brillo nude para ese icónico acabado de los 2000.
Consejo extra: unas cuantas pecas falsas dan un toque divertido y como recién salido del sol, sin necesidad de broncearse.