¿Qué hace tan especial al abrigo blanco de invierno?

A pesar de las anticuadas normas de estilo que sugieren que el blanco sólo debe llevarse en los meses más cálidos, el abrigo blanco de invierno se está convirtiendo en una declaración de moda cada vez más popular. Las reglas tradicionales de evitar el blanco en invierno están desapareciendo, y los diseñadores están adoptando tonos nevados en sus colecciones de otoño/invierno. Es este contraste entre un abrigo blanco y los días grises y fríos lo que confiere a esta prenda un encanto único.


Además, el blanco aporta frescura y elegancia. Estamos tan acostumbrados a los abrigos de tonos oscuros que uno blanco te hará destacar allá donde vayas. El blanco llama la atención, resalta la presencia de quien lo lleva y refleja la luz de un modo que ilumina el rostro de forma natural.


Según el tono, el blanco debe elegirse para complementar tu tono de piel. El blanco níveo sienta bien a las personas con matices más fríos, mientras que el blanco cremoso o «suave» favorece a los tonos de piel más cálidos.