Guía rápida de gabardinas para hombre

La gabardina es una prenda emblemática que se hizo popular entre los soldados de la Primera Guerra Mundial por su funcionalidad y durabilidad. Tradicionalmente, las gabardinas se confeccionan con gabardina, un tejido denso hecho normalmente de lana. La gabardina es resistente al agua, lo que la hace perfecta para los días lluviosos de otoño. Aunque originalmente se diseñó como impermeable, su elegancia la ha convertido en un básico en los armarios de hombres y mujeres.


Las gabardinas modernas se presentan en dos estilos: de doble botonadura y de botonadura sencilla. Si quiere ser fiel al diseño original, opte por la versión de doble botonadura. Este estilo ofrece más protección en el pecho y es más cálido gracias al tejido adicional. Además, el corte cruzado ensancha visualmente el pecho y estrecha la cintura. Sin embargo, para algunos hombres puede parecer demasiado voluminoso, en cuyo caso una gabardina de botonadura sencilla es una mejor opción, sobre todo si buscas un abrigo más ligero para primavera u otoño.


En cuanto a colores, tiene varias opciones. Las gabardinas azul marino combinan mejor con trajes oscuros o combinaciones informales con vaqueros y camisa. Las gabardinas grises también son versátiles y combinan tanto con vaqueros como con chinos. Las gabardinas camel son una opción clásica y combinan muy bien con tonos tierra como el marrón, el caqui o el mostaza.


Este abrigo con carácter es perfecto para diversas ocasiones. En eventos formales, una gabardina camel clásica combina de maravilla con casi cualquier traje, mientras que las gabardinas negras o azul marino pueden combinarse con un traje gris. Lo mismo ocurre con los trajes de negocios. Para un look profesional, puede combinarse con un traje en tonos similares para conseguir un efecto monocromático, o con unos chinos y una camisa para un aire business informal.


Para ocasiones más informales, la gabardina puede realzar cualquier conjunto. Puede llevarse con vaqueros, deportivas, chaquetas de punto, botas o chinos.


Hablemos ahora del ajuste de una gabardina. Como está pensada para llevar a capas, no debe ser demasiado ajustada. Debajo debe quedar espacio suficiente para llevar cómodamente un jersey más grueso o una chaqueta más ligera (como un blazer). Por otro lado, tampoco debe quedar demasiado holgada. Las mangas deben llegar justo por encima del pulgar, para que las mangas más largas queden ocultas. Aunque no hay una norma estricta sobre la longitud, ten en cuenta que una gabardina que termine justo por encima de la rodilla alargará visualmente tus piernas, mientras que los modelos más largos pueden hacer que tus piernas parezcan más cortas. No olvides el cinturón, que ceñirá la cintura y realzará tus hombros y pecho.